viernes, 21 de agosto de 2015

Somos seres sociales.


Y es irónico cómo pasa el tiempo y nos atropella, porque hay veces que aunque queramos, no caminamos de su mano, sino que nos lleva con él, a su gusto, a su antojo. Nos maneja, como a esa Barbie que utilizabas de pequeña para jugar a ser tú y la cual no tenía ni voz ni voto, pero tampoco culpa. Y aquí estamos, girando alrededor de miles de situaciones que en muchas ocasiones se nos escapan de las manos, porque nos quedan grandes.  Pero es ahí dónde nos damos cuenta de que el ser humano es un ser social y por ello no sabe caminar solo. Así que supongo que la gracia reside en escoger a las personas adecuadas para dejar que ésta nos pise, porque siempre nos quedará la frase de “dos no…si uno no quiere”, un roto para un descosido aunque sea grande, una amiga a la que llamar cuando ni esto es la respuesta y una cara oculta por cada moneda que cae en cruz.

lunes, 17 de agosto de 2015

Te prometo que no te va a costar tanto olvidarme...

 

Te lo voy a poner fácil, esto si quieres lo arreglamos a bocados. Dejamos que suba la marea de una puta vez a tu pelo, y como en la canción de Pablo Moro, tiramos nuestra ropa por el suelo, en cualquier lado, también para no poner muy alto el listón del deseo. Y acabamos con las tonterías por lo sano, si a ti te da igual mañana, y a mi no me importa mucho hoy, vamos a dejar que sea. A dejarnos llevar por todas las corrientes que nos malean, que nos acercan pero nunca nos atrapan, por todas esas ganas que no se convierten en miedo, por todos esos miedos que se convierten en ganas.
 
Te prometo que no te va a costar tanto olvidarme, como lo que nos ha costado encontrarnos. Porque los dos tenemos el boletos de los besos premiado y no lo hemos cobrado, y me los debes, y te los debo, y si no se deben dejar las cosas a medias, imagínate las personas.
 
No quiero que vuelva a pasar el tiempo y arrepentirme de lo que nos hemos hecho.

martes, 11 de agosto de 2015

No sé si el amor es física o química...

 
 
Ya sé de sobra eso de Joaquín de que “Al sitio dónde has sido feliz no deberías de tratar de volver”, pero ya sabéis, también que a todos los sitios que dijimos no volver, volvimos. Y nos pasa lo miso con las personas. Y no, no podemos querer más de memoria, no podemos seguir perdiéndonos en querer los recuerdos que tenemos de alguien, y no a esa persona. No sé si el amor es física o química, pero lo que creo de verdad es que es presencia, y cada vez es más complicado querer a alguien que no está. Así que solo deberíais de querer a alguien que esté con vosotros, y no tanto en vuestra cabeza, como en vuestra cama. Porque si vosotros estáis, seguramente quien os quiera no se irá a ningún lado.
 



lunes, 10 de agosto de 2015

Laura Rubio Cueva.



Los lugares
 
los hacen las compañías.
 
Y el que una vez escribió
 
"no puedes hacer de un ser humano
 
tu hogar
 
deberías saberlo",
 
no conoció
 
a las personas correctas.