Mi naturaleza me lo impide, no
suelo creer en los impedimentos, en las posibilidades con excusas, me gusta
experimentar sensaciones, y me gusta arriesgar para poder captar diferentes
mundos, los cuales, se esconden en las miradas de algunos frustrados que no se
atrevieron a vivir su vida como querían.
Los días pasan, y tú pasas. Se
van y no vuelven, y con ellos sensaciones no experimentadas, miradas no
cruzadas, paisajes no captados, belleza en esencia pasada por alto. Oímos a
diario que “no estamos para desperdiciar”, y desperdiciamos la vida hasta que
ya no estamos.
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