Mucha gente cree que apostamos para
sentir miedo, para vernos en las últimas. Tal vez para sentir que estamos
vivos, para sentir el riesgo, para provocar al destino. O simplemente porque
queremos apostar. Alguien me enseñó una vez que o estás arriba, o estás abajo.
Que esa es la mejor manera de vivir. Que de los momentos 0 no te acordarás, y
que da igual si estás en un momento diez o en uno menos diez: de esos te
acordarás seguro. Que todo lo que sube, baja, pero todo lo que baja, también
sube. Poco a poco, pero sube. Y estar abajo duele. Cuando estás abajo te lo
replanteas todo, el por qué apostaste, el cuánto apostaste, el a quién
apostastes…Y te arrepientes. O no. Eso ya cada uno. Y mira que yo nunca creí
arrepentirme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario