viernes, 26 de diciembre de 2014

Sepan todos que era amor lo que sentía y aún siento por ella.



Sepan que me gustaba hasta la última ráfaga de olor que dejaba al irse. Como se reía a carcajadas, como me hacia reír. Sepan que me gustaba como pensaba, aunque nunca pensáramos igual, que adoraba cada rincón de su alocada cabeza. Sepan que sabía como y cuando mirarme, conocía todo de mi, sepan que adoraba hasta lo mucho que odiaba eso. Su alegría, su pasión por la vida, por vivir. Hacía que el levantarse fuera más fácil y que las noches fueran menos oscuras. Sepan que sabía aparecer en mis sueños para convertirlos en suyos. Y sepan que no eran los sueños sino yo desde que la conocí el que pasó a serlo. Sepan que la he querido y quiero con todo el alma. Sepan también que nunca ha sido ni será mía. 

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